Millones de personas
salieron a la calle en todo el país en las macromanifestaciones
celebradas en diferentes lugares, mientras el paro laboral fue un
rotundo éxito en los sectores estratégicos de la económica: la
industria, la construcción, el transporte y en general en los
sectores productivos (es decir, entre los trabajadores-as que crean
riqueza).
La huelga fue un éxito a
pesar de los dos principales sindicatos convocantes, CC.OO. y U.G.T.,
cuyos intereses están hace tiempo bastante lejos de los de los
trabajadores-as, aunque sigan, para bien del gobierno, teniendo una
gran influencia en estos a la hora de movilizarlos o, lo mas
habitual, mantenerlos controlados.
Los medios de propaganda
del régimen por supuesto afirman que no hubo tanta gente en huelga
como dicen los sindicatos.
Mucho mas importante a la hora de dignificar la
huelga y la lucha ha sido la participación de otros sindicatos más
combativos, y que llevan tiempo exigiendo la necesidad de una huelga
general, además de defender cada día a los trabajadores-as y de
convocar protestas y acciones frente a cada una de las
agresiones del gobierno y los empresarios que si han contado, al
contrario, con la complicidad de los "sindicatos del régimen",
CCOO Y UGT. Por citar solo a algunos de los que no han dejado de
estar al lado de los trabajadores-as, a pesar de sus diferencias, mi
agradecimiento por ello a CGT, SAT, Co-bas, SO, CNT, etc...
Además, la lucha cotidiana también ha de
expresarse con formulas que dependen mas de la propia conciencia
individual que de la movilización colectiva, como a través del
combate contra el consumo inútil, la búsqueda de alternativas
alimentarías ajenas a la gran industria o la solidaridad activa en
tu propia casa, barrio o pueblo.
Si la huelga general ha servido, al contrario, para, a pesar de los grandes sindicatos, animar a la clase trabajadora a luchar cotidianamente, en el día a día, sin pausa, y de forma cada vez mas contundente, por sus derechos, para defender su futuro y acabar de una vez por todas con la dictadura capitalista, por muy pocos que hubieran sido los que siguieron la huelga, que fueron muchos, la huelga habrá sido un escalón mas en el camino hacia el Socialismo (el único éxito posible para los trabajadores-as).
Por último, no tiene sentido de hablar de éxito
o no de una huelga general puntual. Si el día después las
movilizaciones se olvidan, y la lucha se abandona hasta que, en todo
caso, la presión social obligue de nuevo a los sindicatos
"oficiales", CCOO y UGT, a hacer algo para justificar sus
privilegios, habrá sido, con mucha o poca gente en la calle, un
total fracaso.
Manolo.
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